1 de junio de 2011

Poniéndome vulgar y soez os diré que se me dan la vuelta las tripas y se me hunde el corazón cada vez que escribo sobre paraísos fantásticos y escenas eróticas, porque mi propósito ,queridos amigos, no es escribirlo, es vivirlo. Mi propósito es desordenar todas las playas de esta puta ciudad, hasta que se me agoten los lugares donde hacerte el amor hasta el desmayo, mientras esta mierda de mundo se queda pequeño para nosotros.
Y  que descubras entonces, sólo para ti, que de entre todas las que son capaces de apuñalarte el alma hasta hacerla vibrar, ninguna te lamió luego la sangre como lo hice yo.