10 de julio de 2011

Me rebelo, tengo ese estúpido defecto. Me rebelo ante lo que no tengo y  ante lo que antes, cansado de trasnochar de cama en cama, siempre volvía a descansar de tanta jauría cerca mía. Impugno con rabia el exceso de lujuria previo ataque, la ausencia y el decoro con que lo llevas. Me retuerzo ante mi profundo  desapego con las nuevas manos deseosas de arañar mi pálida espalda y respondo con rabia ante esta nada que me envuelve y me atrapa, deslizándose como siempre entre mi pelo.